miércoles, 12 de marzo de 2008

Energías Renovables - definición

La Energía es una magnitud física que asociamos con la capacidad que tiene los cuerpos para producir trabajo mecánico, emitir luz, generar calor, etc ...
La Energía, tal y como promulga su principio universal, ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma. Debido a este principio para poder obtener Energía hemos de partir de un elemento que la posea y pueda experimentar una transformación. A estos cuerpos se les conoce como Fuentes de Energía. Las cantidades disponibles de estas energías es lo que se conoce como Recursos Energéticos.
El concepto de Energía Renovable es el que engloba a una serie de Fuentes de Energía que poseen la doble cualidad, frente a las Energías No Renovables, de estar disponibles de forma inagotable (al menos a nuestra escala) y no producir un impacto sobre el medio ambiente en el cual subsistimos. También son conocidas por el término Energías Alternativas por constituir una alternativa a las No Renovables.
Actualmente nuestro modelo energético unido a nuestros conocimientos técnicos en Energías Renovables y la dictadura del mercado hacen totalmente inviable la sustitución completa de las Fuentes de Energía no Renovables por las Renovables. En cualquier caso con unos cambios mínimos y una buena dosis de concienciación el objetivo es plenamente alcanzable.
En concreto la Hoja de Ruta Energética que deberíamos seguir sería la siguiente (no es necesario un orden de actuación determinado pudiendo ser todas ellas realizadas de forma conjunta):
  • Ahorro Energético, disminución del gasto energético a través de un conocimiento y sensibilidad mayor en el uso de cualquier elemento que posea un consumo energético. Siendo tan importante la reducción en el uso de objetos con gasto energético como su uso racionalizado.
  • Eficiencia Energética, empleo masivo de sistemas con mayor eficiencia energética.
  • Microgeneración de Recursos Energéticos. Gran parte de las Energías Renovables no resultan factibles económicamente en la creación de grandes centros productores lejos de los puntos de consumo aunque si a una escala menor más imbricada con los puntos de consumo. En esta estrategia los propios edificios se convertirían generadores energéticos.
Por supuesto para poder llevar a cabo todos estos pasos se requiere la participación de toda la Sociedad desde las instituciones, las empresas a los propios ciudadanos que son el principal actor en este cometido. Y es en este aspecto personal donde debemos empezar a trabajar en pos de estos objetivos a través de tres simples reglas:
  • Seguimiento de la Hoja de Ruta dentro de nuestras capacidades personales y profesionales.
  • Difusión de la Hoja de Ruta a nuestros amigos, convecinos y conocidos.
  • Exigencia tanto a nuestros gobiernos como empresas en la aplicación de la Hoja de Ruta Energética.
Porque un futuro mejor no solamente es necesario sino posible.

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