jueves, 4 de febrero de 2016

Sostenibilidad y calidad de vida


La sostenibilidad y la calidad de vida son conceptos en apariencia de difícil integración y sin embargo deberían ser la base de nuestro día a día.

Nuestro mundo posee recursos finitos y cada vez somos más. Frase, que a pesar de lo desazonador del concepto que irradia, no deja de ser una evidencia que puede ser gestionada de muchas maneras y no necesariamente de forma negativa.

Sí es cierto que la población mundial crece a un ritmo exponencial y, si hoy somos unos 7300 millones, en apenas unos años llegaremos a los 10000. Mucha gente para seguir haciendo las mismas cosas que nos han llevado a una situación de cambio climático y la progresiva disminución de los recursos disponibles con lo que ello afecta a la calidad de vida de millones de personas. Y todo ello lo hemos conseguido con menos gente de la que seremos en nada.

Cuanto menos merece una reflexión.

Así que, como dijo Einstein, si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo. Hemos de cambiar, pero no a costa de nuestra calidad de vida y menos aun de la de nuestros hijos o la de los suyos.

Difícil, sin duda, pero no imposible. De hecho puede ser tan fácil como replantearnos qué es la calidad de vida y cuál es su objetivo, y una posible definición podría ser el disfrutar de un entorno que satisfaga nuestras necesidades para poder ser felices.

Y aquí viene el quiz de la cuestión. ¿Qué nos hace ser felices?. Por supuesto que cada uno tendremos una definición más o menos acertada o condicionada por la sociedad de consumo en la que vivimos pero lo que está claro es que la posesión ha de limitarse a lo que realmente necesitamos y no a estándares social y comercialmente preestablecidos. Hemos de reaprender el valor de las cosas y lo que éstas significan para nosotros en términos de calidad de vida y felicidad.

Por desgracia nuestra sociedad ha evolucionado de una forma totalmente diferente, hacia un modelo de consumo exacerbado, y le cuesta aceptar y progresar en el cambio a pesar de los grandes problemas a los que está teniendo que hacer frente. Así que hemos de entender y aceptar que el inicio de ese cambio de orientación está en nosotros, en los individuos que, como miembros de esa sociedad al final conseguiremos ese cambio de orientación tan necesario.

Pero, ¿cómo? bien, en primer lugar hemos de establecer unos objetivos simples en nuestro uso de los recursos:
  • Consumir menos. Menos significa consumir lo que realmente necesitemos y no consumir por consumir.
  • Elegir eficiencia en los bienes de consumo tanto en sus requerimientos de energía como de recursos necesarios en su creación y utilización.
  • Utilizar las cosas durante su vida útil, las modas tienden a ser creadas para hacernos desechar objetos que se encuentran en perfecto estado de uso, de hecho suelen ser cíclicas luego lo "viejo" de hoy en realidad es lo "top" de mañana. Pues miremos al futuro.
  • Exigir objetos de calidad, las cosas han de cumplir su función y sus expectativas de vida útil y no resultar inútiles, requerir recursos excesivos o estropearse antes de lo previsto.
  • Reutilizar y reciclar. Y, por supuesto, ofrecerlos una nueva vida cuando su vida útil o la necesidad de cambiarlos por bienes más eficientes sea necesario.
Quizá una buena forma de empezar a comprender lo que son y pueden significar los bienes de consumo sea a través del movimiento DIY (do it yourself o hazlo tú mismo) que te permite aprender e interiorizar cómo se hacen las cosas, cómo funcionan, cuánto cuestan y lo que podemos esperar de ellas. A veces te llevas agradables sorpresas y te permiten replantearte lo que antes dabas como dogma.

Sea como fuere consume con cabeza y no a través de la publicidad. Es tu felicidad y la de los tuyos  la que has de conseguir y no la de los anunciantes.

Un mundo mejor, más sostenible, justo y con mayor calidad de vida es posible y el cambio empieza en nosotros mismos.

viernes, 20 de febrero de 2015

Construcción con balas de paja


La utilización de la paja en la construcción se viene dando desde sus orígenes al ser éste un elemento de fácil acceso e interesantes propiedades como su aislamiento térmico, su resistencia a tracción e incluso su capacidad para conducir el agua.
Fue preminentemente utilizado en la antigüedad en cubiertas (incluso hoy en día se siguen construyendo con una durabilidad de hasta 40 años), en aislamientos térmicos y en materiales compuestos como en el tapial o el adobe (junto con la arcilla y otros componentes).

Uno de los sistemas de utilización de la paja más interesante son las balas de paja cuyo uso se inició a finales del siglo XIX en Nebraska por la necesidad de encontrar amparo rápido y económico.
Este elemento es un material constructivo económico muy interesante características que le hacen adecuado para la construcción siempre que se contemplen tanto sus ventajas como inconvenientes.

Entre sus más importantes ventajas tenemos;
  • Su forma en sillar que le permite adoptar un sistema modular y apilable.
  • Su resistencia la fuego gracias a la compresión con que fue empaquetado lo que disminuye considerablemente el contenido de oxígeno en su interior y por lo tanto el aumento del tiempo necesario para su combustión.
  • Su gran aislamiento térmico gracias a la configuración de sus fibras
  • Su precio altamente económico.
  • Por no hablar de su altísimo valor sostenible con una huella ambiental "negativa" gracias al gran contenido en CO2 que alberga.
Aunque también hay que tener en cuenta sus desventajas como;
  • Una inercia térmica no muy alta que viene contrarrestada por los acabados tanto exteriores como interiores con mortero de cal o cualquier otro elemento másico.
  • Su debilidad a los procesos de fermentación y plagas en los casos en los que la humedad aumenta por encima del 20%. Para evitar esto es conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:
    • Protección de las bases de los muros,  mediante la colocación de una base con otro material resistente a la humedad o la utilización de balas sumergidas en cal.
    • Protección de los paramentos horizontales del muro, como en las ventanas o coronaciones mediante su impermeabilización.
    • Evitar los puntos de condensación dentro del muro, como los producidos por elementos metálicos por lo que es recomendable la utilización de palos de madera o cañas de bambú en el cosido de las balas.
    • Permitir la permeabilidad al vapor de los paramentos y a la vez evitar la entrada de agua, mediante la utilización de acabados como los morteros de cal y las pinturas minerales que permiten dicha doble función además de un diseño de aleros que evite la escorrentía directa a los muros y el posible daño a los paramentos que ocasionaría una entrada de agua al muro.
    • La posibilidad de convertirse en guarida de roedores por lo que hay que evitar cualquier intersticio donde los roedores pudieran meterse mediante mallas o mortero de cal sobre todo en su parte baja.
    • Su falta de estabilidad dimensional a lo largo del tiempo lo que hay que tener en cuenta a la hora del diseño evitando movimientos diferenciales entre los diferentes materiales utilizados o la reducción de dichos movimientos mediante la compresión de la bala o la inmersión en una lechada de cal
    • La falta en España de un estándar con sus cualidades y prestaciones técnicas, dimensionales y de humedad, tal como ocurre en países como Alemania y Austria. Esto implica una gestión en su etapa de diseño algo más compleja (aunque totalmente factible) y la adaptación a los tipos de balas de paja existentes en la zona.
    • Los muros de balas de paja ocupan una gran superficie por lo que la relación entre superficie construida y útil no es muy favorable por lo que en lugares donde la superficie sea un valor a tener en cuenta puede no ser factible.
    Así pues, no es la solución a todos los problemas pero sí un material muy a tener en cuenta sobre todo en pequeños edificios en donde su repercusión en la superficie construida sea más asimilable.

    Condicionantes previos en la Autoconstrucción

    La autoconstrucción tiene como único requisito que el uso de lo construido esté en aquellas personas que lo han construido directamente sin recibir un pago por ello.

    Dentro de esta acepción se pueden dar muy diversos casos dependiendo del total de las personas involucradas en la construcción pudiéndose darse circunstancias en donde existan autocostructores, constructores asalariados de estos primeros e incluso amigos, parientes o vecinos que ayuden desinteresadamente en los trabajos y todo ello de forma variable en el tiempo.

    Ésto, junto a los diferentes recursos, condicionantes y características confieren una base de trabajo sobre la que planificar el mejor sistema constructivo que responda a todos estos elementos.

    Dentro de estos condicionantes previos tenemos:
    • Recursos disponibles
      • Económicos, éste es un aspecto básico que condicionará sobre manera el proyecto. En este punto también será importante tener en cuenta tanto la capacidad total económica para el proyecto como dicha capacidad distribuida a lo largo de la obra ya que será necesario acompasar los pagos a dicha capacidad lo que podría llevar a dilaciones imprevistas.
      • Técnicos, se refiere a las herramientas, vestuario de trabajo y protección, maquinaria, medios de transporte, etc. La falta de algún medio implicará su compra y por lo tanto afectaría directamente sobre la capacidad económica que se dará a la obra.
      • Tiempo, el tiempo de realización de las obras es un factor muy importante tanto en la elección del tipo de autoconstrucción, los sistemas constructivos y materiales a emplear como en la planificación de las obras.
    • Capacidad de trabajo
      • Comunicación, a la hora de abordar un proyecto es básico entender la documentación técnica así como las instrucciones dadas por la dirección técnica (arquitecto y aparejador). De esta forma es necesario tener en cuenta aspectos como el tipo de documentación que puede ser comprendida adecuadamente (diferentes tipos de planos, vídeos, etc.), el idioma empleado, el lenguaje técnico utilizado, etc.
        De esta forma, dependiendo de los conocimientos de las personas que vayan a abordar las obras podría ser necesario la realización de planos o documentación especial adaptada a dichas personas.
      • Mano de obra, Será importante conocer cuantas personas pueden trabajar en la obra y en qué momentos (tanto de los propios autoconstructores como del personal contratado o los voluntarios desinteresados) para acompasar los trabajos adecuadamente.
        Este aspecto es importante no solo para saber cuanto se podrían tardar en terminar las obras sino también si es posible, con la mano de obra disponible, desplazar, manipular y colocar los diferentes materiales y sistemas constructivos previstos en la obra. Este aspecto afecta a la propia viabilidad de la obra por lo que habrá de tenerse en cuenta en la realización del proyecto y su consecuente elección de materiales y sistemas constructivos.
      • Habilidades, indiscutiblemente no todo el mundo posee las mismas habilidades y mientras a unos la obra húmeda les puede resultar viable otros pueden preferir el atornillar o cualquier otra actividad manual, en cualquier caso el sistema constructivo elegido se ha de acoplar a dichas capacidades pudiéndose, en algunos casos, prever clases de aprendizaje sobre sistemas concretos de construcción que mejoren dichas capacidades. No tiene sentido emprender un proyecto que no puede ser realizado adecuadamente por la dificultad del mismo.
    • Tipo de Autoconstrucción
      • Envergadura, el proceso autoconstructivo puede centrarse en una parte de la obra o extenderse a la globalidad de la misma. Así podremos construir toda una casa de principio a fin o solo encargarnos de los detalles finales como la pintura o de elementos como los paramentos interiores, o alguna de las instalaciones como la del agua o la calefacción, etc.
        Lo importante es tener en cuenta que una obra es una globalidad y por lo tanto la parte autoconstruida se ha de integrar constructivamente con el resto de la construcción por lo que en el caso de solo construir una parte, por ejemplo una fachada, será muy importante conocer las capacidades estructurales y de cualquier otra índole del soporte donde se integra y de todos las instalaciones y acabados que recibirá posteriormente.
      • Coordinación, la coordinación es clave ya que, en los casos en donde trabajen más personas aparte de los autoconstructores, el tema de los tiempos de entrada y finalización de cada uno de los diferentes equipos puede influir de manera drástica tanto en la economía de la obra como en los tiempos. Este aspecto es aun más importante en los casos en donde la autoconstrucción se encuentra por delante de fases de construcción llevadas por empresas ya que éstas poseen una gestión de tiempos muy concreta y su dilación puede implicar o un aumento de los costes o incluso una posterior dilación no asumible en el inicio de su fase.
      • Parámetros de tolerancia, en todo sistema constructivo existen unos parámetros de tolerancia en la colocación de los diferentes sistemas constructivos y que dependiendo del sistema constructivo utilizado estos serán mayores o menores. Por ello será importante tener en cuenta a la hora de seleccionar los sistemas constructivos y la propia planificación de la obra los parámetros de tolerancia que se pueden obtener en las diferentes fases para que éstos sean compatibles en sus posteriores fases a demás de la propia integridad constructiva de la propia obra.